jueves, 1 de diciembre de 2011

Nadar: elevando la fotografía a la altura del arte (III)


Biografía y mayores logros (II): una historia de altos vuelos

Tras comprarse la cámara, Nadar se centró en la retratística, y en su nuevo estudio, de la calle Saint-Lazare, se dedicará a fotografiar a las élites de las letras, la política e incluso de la Iglesia. Pero a esta actividad dedicaremos varias entradas dentro de muy poco.

En 1854, se casó con Ernestine, una joven de familia rica y protestante; a pesar de ello continuó ofreciendo hospitalidad a sus numerosos amigos, como hacía en su época bohemia. En aquella época, litiga con su hermano menor Adrien, que se había lanzado también al mundo del retrato, y que quiso adoptar también el nombre de Nadar; nuestro protagonista acaba perdiendo el juicio.

Autorretrato en su globo, Nadar.

Nadar deseaba que la cámara fotográfica pudiera transportarse con facilidad, tal como sucedía con los caballetes de los pintores, por lo que, apasionado de las nuevas tecnologías empezó a experimentar y a hacer fotos desde un globo. Fue, en 1858, el pionero de la fotografía aérea, realizando la primera foto aérea de París, desde 80 metros de altura, sobrevolando Petit-Bicêtre. Con esta fotografía, la primera de toda una  serie, se inagura toda una nueva disciplina, la de la fotografía aérea, que abrió también la veda para algunas de las ramas más productivas de la fotografía: la militar y la científica.
  • Como veremos a continuación, el gobierno francés pronto se dio cuenta de las aplicaciones de la fotografía en el campo de la guerra, y desde sus principios fue utilizada con fines cartográficos, muy necesarios para conocer la situación del enemigo. 
  • Por otra parte, son incontables las aplicaciones científicas de la fotografía aerea: desde las de carácter cartográfico (con las consecuentes mejoras en estudios geográficos, geológicos, ecológicos, agrícolas…) hasta las predicciones meteorológicas, pasando por la arqueología, el urbanismo...
Primera fotografía aérea (1858), con los nombres de las calles escritos a mano.
Serie de fotografías aereas de París; en muchas de ellas puede verse el Arco del Triunfo.


En 1860, notó que le hacía falta más espacio y se trasladó a un nuevo y gran estudio en el Boulevard des Capucines, que se anunciaba al público con un enorme cartel luminoso, que funcionaba con gas. Ese mismo año, comenzó a experimentar con la iluminación artificial en fotografía, siendo de nuevo el primero en algo: realizaría impactantes, y sorprendentemente nítidas, fotografías de las cloacas y las catacumbas de París (aquí les incluyo una brevísima selección).


Resulta curioso que a nadie se le hubiera ocurrido la simple idea de colocar una lámpara eléctrica para iluminar una habitación oscura. Sea como fuere, sin esta ocurrencia no podria concebirse la fotografía con grandes claroscuros, mucho más propia del siglo XX, ni mucho menos, cualquiera realizada en un ambiente oscuro*. 

El desastre de El Gigante.


En 1863, fundó la Sociedad de estímulo de la navegación aérea en medios más pesados que el aire. Se hizo construir un inmenso globo aerostático, El Gigante: medía 40 m de altura, contenía 6000 m3 de gas, y la góndola tenía dos pisos: podía llevar hasta 50 pasajeros y tenía su propia sala de revelado. El primer vuelo del globo, tuvo lugar el 4 de octubre, y salió de París con 13 personas a bordo. Sin embargo, el globo perdió altura rápidamente y aterrizó en Meaux, a menos de 100 km. El segundo vuelo partió de París el 18 de Octubre, y sólo llegó hasta Hannover, donde tuvo gran dificultad para aterrizar y fue arrastrándose durante 16 km. Nadar y su esposa salieron gravemente heridos, quedando ella hemipléjica. Realizó varios intentos más, pero ya no contaba con el beneplácito (ni el dinero) del público, así que paró durante un tiempo su aventura aérea. En 1867, junto a otros apasionados del tema, fundó la revista El aeronauta.

Las aventuras de Nadar dejaron una profunda huella en Julio Verne, que se inspiraría en él para escribir  Cinco semanas en globo (1862). Además, uno de los héroes de De la Tierra a la Luna (1865) y Alrededor de la Luna (1869), Michel Ardan, fue planteado como un Nadar ficticio (además, Ardan es un anagrama de Nadar).

En 1870-1871, durante El Sitio de París por los alemanes, creó de su propio bolsillo la Compagnie d’Aérostiers, junto a Camille Dartois y Jules Duruof, con el fin de construir globos militares para ponerlos  a disposición del gobierno. Establecieron su campamento base en la plaza de Saint-Pierre, al pie de Montmartre, hoy considerado lugar de nacimiento del correo aéreo.

En principio construyó tres globos (el George-Sand, el Armand-Barbès y Louis – Blanc), que permitían vigilar al enemigo, establecer relaciones cartográficas y enviar correo. Fue precisamente a bordo del Armand-Barbès donde León Gambetta, ministro del Interior, abandonó París el 7 de octubre de 1870, con dirección a Tours, para preparar ahí la resistencia contra el enemigo. En apenas cuatro meses, se construyeron un total de 66 globos, 5 de los cuales fueron capturados por el enemigo. Se puede decir que fue así como nació, oficialmente, la Industria Aeronáutica. Con dos de sus maquinas, "Neptune" y "Strasbourg" Nadar fue el encargado de estudiar los desplazamientos del enemigo.
El Neptune, en la plaza Saint-Pierre



* Necesaria para esta, pero consecuencia del invento del Nadar, fue la invención en 1864 del flash fotográfico, pero que por sus precios prohibitivos no se generalizó hasta la década de 1880. Estos primeros flashes, además de caros, resultaban muy peligrosos debido a su carácter explosivo, ya que funcionaban con una ignición de polvo de magnesio. 

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